Hablando en serie: "Silicon Valley"

Más que nunca necesitamos reír, reducir la ansiedad y la incierta deriva de la situación actual tanto a nivel nacional como mundial.
Así que vengo con una propuesta en forma de serie. Una de esas cuyos capítulos llegan escasamente a los treinta minutos y que os arrancarán más de una carcajada por su humor inteligente, sus situaciones surrealistas y las magistrales interpretaciones del elenco protagonista sin olvidarnos de sus excelentes secundarios.
"Silicon Valley" es una comedia estadounidense de seis temporadas, (a cual mejor), creada por Mike Judge que nos cuenta las visicitudes de cinco programadores en la zona tecnológica más importante del mundo ubicada en el área de la Bahía de San Francisco, California y conocida mundialmente como Silicon Valley donde no sólo hay una abundante representación de las mayores compañías del mercado tecnológico sino donde residen muchos de los responsables de la creación de starups que desarrollan las aplicaciones que usamos en nuestros ordenadores, smarthphones y/o internet entre otras.
Richard Hendricks es un trabajador incansable pero infravalorado en su empresa, Hooli, dirigida por el megalómano Gavin Belson que no duda en hacer propias las potenciales ideas de sus subordinados. Cuando  Richard descubre un algoritmo de compresión revolucionario que permitiría un uso más eficaz de la información, decide fundar su propia empresa "El Flautista" junto a su amigo "Cabezón" contando con la colaboración de un ingeniero de redes poco ortodoxo, Gillfoyle, y un programador especializado, Dinesh, cuyas continuas rivalidades les ponen en no pocos aprietos. Al carecer de recursos suficientes para establecerse, aceptan trabajar y vivir en la vivienda de Erlich Bachman que la denomina "su incubadora" de genios quien a cambio les pide el 10% de lo que ganen cuando consigan vender su idea. A todos ellos se unirá Jared, ex vicepresidente de Hooli que decide abandonar esta compañía ante su patente ausencia de ética, ofreciéndose al grupo como director financiero y asesor de negocios.
La genialidad mental de Richard choca sin embargo con su escasa habilidad social y una absoluta ausencia de liderazgo, circunstancia que aprovechará Bachman para intentar manejar la empresa chocando con el resto de integrantes del grupo y sus muy diversas así como distintas formas de conducta.
Pese a que el mundo en el que se desenvuelven puede resultarnos terminológicamente inaccesible, la serie opta por una narración  a través de las distintas personalidades de los protagonistas lo que la vuelve más cercana y donde los conflictos son fácilmente extrapolables a nuestras situaciones cotidianas. De este modo y siempre  de la mano de buen humor, en ocasiones irreverente, en otras absurdo, pero siempre con unos diálogos ágiles e inteligentes, caemos casi sin darnos cuenta enganchados en la sucesión de éxitos y fracasos del grupo disfrutando como enanos de la historia que además tiene un final muy bien hilado y realista.
Los personajes funcionan de forma efectiva tanto individualmente como en conjunto dotando de credibilidad a lo que sucede en pantalla por más ilógico que nos resulte y eso es mérito de unas excelentes interpretaciones. 
Si queréis desconectar de la realidad y pasar un rato divertido con personajes entrañables, porque todos, en un momento u otro pese a sus defectos se hacen querer, no lo dudéis más. Ésta es vuestra serie.
Importante: la cabecera de cada temporada es distinta y está muy bien trabajada dando un enfoque del voluble mundo en el que orbíta la historia.

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