Un mundo sin fin
Se ha hecho de rogar a la hora de acometer una segunda incursión en el terreno de la ficción histórica tras el descomunal éxito de la predecesora "Los Pilares de la tierra" y con una casi desconocida "Un lugar llamado libertad", pero al fin, Ken Follet nos ha ofrecido un libro que ha aplacado en cierto modo, las expectativas de sus lectores habituales y/o casuales. Sin llegar a ser tan extraordinaria como la obra que lo encumbró en el cénit del universo literario, es una historia bellísima que a pesar de sus 1136 páginas se hace corta. Me niego a considerarlo una segunda parte de la anterior, porque sólo tiene en común con aquella el escenario en que se desarolla y algunas alusiones a "Jack Builder", el constructor de la catedral de Kingsbridge , la aldea inglesa donde se desarrolla la acción. Por lo demás, es una historia totalmente independiente de aquella, en la que Follet sigue luciendo una briosa fuerza, aportando algunas ideas más acordes a la s...