La Buhardilla de Mardolo

Llega en silencio. Cae sin hacer ruido. Se posa con el sigilo de un felino. A su alrededor sientes que se amortigua el sonido. Todo se envuelve de un halo de irrealidad tranquila donde los minutos quedan suspendidos cuando no detenidos. Nos hace conscientes de una suerte de calma reposada que pone un brillo infantil en nuestra mirada. Sentimos el irresistible impulso de tocarla, de sentir su frágil suavidad blanca que casi instantáneamente se transforma en agua cuando es un copo, o en una bola que entre carcajadas se lanza. Sin importar nuestra edad, durante unos breves instantes retornamos a la infancia. Vemos extenderse en el suelo su capa blanca. Adornar de brillos blancos las ramas. Nuestras huellas mientras caminamos marcadas como si de una playa se tratara. Solo que no hay olas que las borren. Ya lo harán otras pisadas. Cruje silenciosa a nuestro paso, esponjosa, húmeda, hermosa. Cambia nuestro paisaje habitual y lo transforma en una bella postal. A

Pese a haber leído mucho cómic, reconozco que los superhéroes no son mi debilidad ni en papel ni cinematográficamente. Al menos lo que entendemos por superhéroes al uso. Claro que he visto algunas películas pero sin excesivo entusiasmo. Sí me gustan en cambio aquellas que van más allá de centrar el grueso de la historia en los enfrentamientos y la espectacularidad de la acción, en el relato en la compleja "humanidad" de los personajes, sus circunstancias y la denuncia social, mucha, que esconden tras ellos. Un buen ejemplo sería la trilogia M. NIght Shyamalan compuesta por "El protegido" , "Múltiple" y "Glass" . El título que hoy nos ocupa me interesó cuando allá por el 2009 se estrenó su versión cinematográfica  porque el reclamo comercial de "¿Quién vigila a los que vigilan?" me llamaba poderosamente la atención. Finalmente, por unas circunstancias u otras, no llegué a verla así que cuando supe que  HBO  estrenaba una

Tras un pequeño parón coincidiendo con las fiestas navideñas, estreno el año bloguero hablando del que ha sido mi último libro del año: "Todo lo peor"  de  César Pérez Gellida . De la mano de los personajes protagonistas de " Todo lo mejor" ,  nos embarcamos, meses después de lo sucedido en el anterior libro, en la búsqueda de un sádico asesino que dice actuar guiado por la mano de Dios y cuyas víctimas comparten un "único pecado": ser homosexuales. Cuando una de las víctimas resulta estar vinculada con las altas esferas del KGB, Viktor Lavrov será requerido en calidad de psicólogo criminalista para ayudar a su localización algo que arrastrará en esta carrera a contra reloj a su pareja, Erika Eisemberg así como a los hermanos Otto y Birgit Bauer de la Kriminalpolicie. Era para mí sin duda el libro más esperado del año tras la excelente precuela que, no sin razón, cosechó un gran éxito tanto a nivel de crítica como de lectores. Fué de lo mej