"El cuarto jinete". La trilogía
Inauguro el año del blog proponiéndoos una trilogía que no os dejará indiferente: "El cuarto jinete" del sevillano Victor Blázquez.
Y no, no me he vuelto loca por haber elegido estos libros. Me he dejado llevar por ellos y he de reconocer que los he disfrutado como una "enana".
Una vez más, me llegaron de la mano de mi amigo Eduardo, fanático total de este género literario, el de los zombies, que cada vez gana más adeptos.
Ahora ya puedo decir a ciencia cierta porqué: más allá de la visión apocalíptica del mundo y la destrucción del ser humano por un ejército de muertos vivientes, en estas historias encontramos, paradójicamente, mucho sobre el comportamiento del hombre.
Es de sobra conocido que las personas, sometidas a situaciones límites, no responden a un patrón de conducta lógica, sino a un instinto de supervivencia, esa parte animal que tan oculta llevamos todos. Y una vez más, creo no exagerar si cada vez cobra más significado aquello de que "el peor enemigo del hombre es él mismo".
Pero dejando la filosofía mundana a un lado, voy a hablaros de los tres libros que componen esta singular y eficaz trilogía: El cuarto jinete" ; "El cuarto jinete II: Armagedon"; y "El cuarto jinete III: Destrucción masiva".
El origen de esta saga.
Un virus creado como arma bélica y desechado por su poder destructivo y falta de antídoto, cae en manos poco adecuadas sacándolo, de forma temeraria, del laboratorio que jamás debió crearlo.
Accidentalmente su contenido se vierte en las instalaciones militares de un pequeño pueblo de los E.E.U.U., Castle Hill, iniciando con ello el fin de la vida como hasta entonces se conocía.
Un periodista que acude a cubrir una entrevista con el ganador local de un torneo de dominó, se verá superado por los acontecimientos y forzado a luchar por su vida junto con los residentes del lugar, con desigual resultado.
Escrita de forma anárquica, con una voz en off que nos guía por los acontecimientos, cuesta adentrarse en el desarrollo de la trama que se sucede sin descanso, sin darnos tregua. Quizá algo excesivo en recrear sangrientos ataques, nos atrapa sin remedio, como la plaga a los habitantes de Castle Hill, sorprendiéndonos deseando acompañar a los protagonistas en su extenuante carrera contra reloj por salvar la vida.
Cuando llegamos al final, sabemos que esto no ha hecho más que empezar, y nos quedamos con ganas de saber más de la deriva de los personajes.
EL CUARTO JINETE II: ARMAGEDON
Leer el prólogo de Jesús Cosnavas ya te deja fascinado y te prepara para algo distinto. Algo diferente. Algo mejor.
Nos reencontramos con los protagonistas pero en un escenario diferente: Los Ángeles. Concretamente a las afueras, donde los supervivientes de Castle Hill han sido aislados en un hotel a las afueras de la ciudad para su seguimiento.
Parece que el cumplimiento de los protocolos no ha sido lo suficientemente eficáz y hay un infectado entre ellos.
Pronto, la plaga asolará la meca del cine convirtiendo la realidad en algo más terrorífico que cualquier ficción
El mejor libro de los tres porque, paralelamente, se desarrolla una trama policial que nos impide una saturación de situaciones ya descritas en el primer libro.
Menos sangriento, por decirlo de alguna manera, que su antecesor y sin embargo más contundente, con mucha más fuerza y terriblemente implacable. Hasta cruel.
Sufrimos con la deriva de lo que acontece a los protagonistas, sentimos su angustia, su cansancio y deseamos con fervor que alcancen un lugar donde se encuentren a salvo.
Y lo hacen, aunque entonces, los monstruos a los que deberán enfrentarse, serán peores.
EL CUARTO JINETE III: DESTRUCCIÓN MASIVA
El listón quedó altísimo con el segundo libro y este tercero, sin llegar a ser tan brillante, tiene muy
buen ritmo y un manejo de la acción encomiable.
En esta ocasión Víctor Blázquez no comienza hablándonos a partir de la acción con que finalizó Armagedón sino que nos devuelve a los momentos posteriores de expansión del virus en Los Ángeles para hablarnos de otro grupo de supervivientes a los que acompañaremos durante la mitad del libro. Sin saber nada de los otros hasta el momento en que ambas tramas confluyan.
Una decisión cuanto menos arriesgada si bien luego todas las piezas encajan preparándonos para la traca final.
Desgraciadamente, la resolución es bastante desoladora y no propicia una continuación, por otra parte innecesaria dada la deriva de un gran número de personajes.
Es quizá la decisión que toma al respecto de algunos personajes lo que deja cierto poso de insatisfacción al terminar el libro sin desmerecer por ello su resultado.
Calificación: Notable en su conjunto.
Recomendable para amantes de las emociones fuertes y dispuestos a dejarse llevar por un autor convincente pero nada convencional en su narrativa. Hay que leerlos todos, eso sí para comprender la dimensión real de la historia.
Lo mejor: La gran mayoría de los supervivientes de Castle Hill salvo excepciones; su extraordinaria forma de narrar la acción haciéndonos vivirla; el prólogo de Jesús Cosnavas del que podría salir una historia alternativa; la trama policial del segundo libro; los guiños a autores del fantástico en nombres de sitios, lugares y personajes; su capacidad para no juzgar a los personajes mostrándonos tanto sus aciertos como sus errores.
Lo peor: la purga de personajes y el mantenimiento de otros que no lo merecen; algunos fallos garrafales de edición, especialmente en el primer libro; la anarquía narrativa del primer libro que corrige y mejora con los siguientes si bien llega ser algo licensiosa en el tercer libro.
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