Donde los escorpiones
Nueva novela de uno de mis escritores favoritos, Lorenzo Silva, que retoma a nuestra pareja de guardias civiles favorita, Bevilacqua y Chamorro, en una nueva investigación criminal que en esta ocasión nos traslada fuera de nuestro país, concretamente a Afganistán, ese conflictivo territorio en guerra continua y donde convergen las labores militares de muchos países, entre ellos España.
Retoma de este modo el autor uno de sus temas más recurrentes, el conflicto armado en los países islámicos, tan actual y de algún modo tan lejano para los que, más allá de lo que vemos en diarios e informativos, desconocemos la realidad de lo que allí se vive.
Es loable el intento por acercarnos lo que allí sucede, lo que viven quienes tienen que desarrollar allí un trabajo bien humanitario, bien de defensa, bien diplomático. De hecho en su anterior libro "Música para feos", al margen de la saga que hoy nos ocupa, también nos presentaba un personaje que vivía en esa realidad paralela que es la de los militares. Pero... no consigue engancharnos.
De hecho "Donde los escorpiones", se inicia como en los libros anteriores de la saga, con una operación policial que nos es infinitamente más cercana e interesante porque sucede aquí, donde habitamos diariamente.
Al margen de que la visión de vida militar, no ya la de la guardia civil que tiene una imagen más próxima a nosotros, no siempre es bien comprendida para la mayoría, hay pocos autores que consigan hacerla interesante, y hasta atractiva. Por ejemplo Ken Follet. Pero no es el caso de Silva que si bien es buen conocedor de lo que narra, no logra inocularnos la curiosidad necesaria para que la información que proporciona nos interese más allá de una forma de situar a algunos personajes y acciones.
El asesinato en circunstancias oscuras de un militar español en la base española de Herat en Afganistán, es el motivo por el que se reclamarán los servicios del cuerpo de la guardia civil en calidad de policia militar para esclarecer el crimen. Los expertos en homicidios designados para poner luz son Bevilacqua y Chamorro quienes acompañados en esta ocasión por Salgado y Arnau, deberán dilucidar si se trata de una amenaza externa (terrorista) o bien de un asunto personal cuyo responsable está dentro de ese pequeño microcosmos que es la base militar.
Calificación: Bien
Quizá uno de los casos menos interesantes pese a desarrollarse en un entorno que podría dar muchísimo juego pero cuya ausencia de contratiempos lo convierte en un relato que, salvo algunos pasajes, resulta bastante inferior a sus precedentes.
Lo mejor: Su arranque y la historia que inicia la narración, infinitamente más interesante que la que se desarrolla a lo largo del libro.
Lo peor: La asepsia que destilan los habitantes de la base pese a que su realidad es bastante más cruda y que ni siquiera los relatos de sus incidentes pasados despiertan suficiente interés para conectar con ellos; Una investigación y resolución tan metódica y rápida que es más propia de un capítulo de CSI que del buen hacer al que Silva nos tiene acostumbrados; La falta de intensidad entre líneas tan habitual en otras ocasiones.
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