Algo que no estoy haciendo

El 20 de abril hizo exactamente quince años que inicié en blogger mi andadura con "La buhardilla de Mardolo" si bien había nacido cinco años atrás en otra plataforma ya extinta y me limité a importarla aquí.
Los que lleváis tiempo siguiendo el blog, quizá hayáis reparado ya en un detalle bastante evidente desde que retomé la constancia de mis publicaciones.
Para los recién incorporados puede que ni siquiera valoréis su importancia pero a mí, como creadora de este pequeño rincón, me preocupa. A ver, no es que me abrume porque no tenga remedio, que lo tiene, sino porque en mi modesta opinión era un aporte muy característico que dotaba de utilidad a esta página.
Como os comenté quería dotar este espacio de más contenido y he probado con algunas alternativas como ampliar las reseñas de libros, películas o música con las de series televisivas.
También he publicado con más frecuencia breves relatos de mi autoría.
Diversificar.
Pero en el camino y si releo entre mis últimas publicaciones, el porcentaje de reseñas de libros, que eran el grueso del contenido del blog, han disminuido considerablemente.
¿He dejado de leer? En absoluto.
¿He disminuido la cantidad de libros que leo? Notablemente.
Y ahí radica el problema.
Antes en un mes podía leer hasta tres libros sin problema. Libros de más de 600 páginas. Al mismo tiempo no, hace años dejé de hacerlo porque dado el poco tiempo del que dispongo o, mejor dicho, disponía antes del confinamiento, me impedía disfrutar como merecen cada una de las historias.
Sin embargo cuando comenzó el año, cada libro me duraba perfectamente un mes. Y os puedo asegurar que entre manos tenía historias francamente interesantes pero... comencé a hacerme perezosa. Y me duele reconocerlo pero comencé a dedicarle más tiempo al visionado de series.
Los que hayáis entrado en esta espiral audiovisual entenderéis perfectamente de lo que hablo.
Es sencillo sentarse, usar un mando y poder visionar una historia que te enganche  y dejar pasar las horas muertas hasta llegar a su desenlace. Una evasión fácil y tentadora y más fácil de disfrutar en compañía. Y si algo estamos aprendiendo durante este confinamiento obligado es la importancia de estar acompañados.
Así que me confieso: llevo más de un mes sin leer algo que no sea el periódico (y eso como me provoca ansiedad también lo estoy abandonando).
También he comenzado a expresarme, con mi escasa habilidad artística, en las manualidades como forma de relajación hasta el punto que retomar la lectura se me antoja como una de esas aficiones que prefiero aplazar hasta que salga de casa para "reconectar" con la vida del día a día "normal".
Pequeños inconvenientes de mi rutina alterada.
Confío en que pronto pueda volver a convertir los libros en esa parte tan importante, casi esencial, de este blog.
Entre tanto os animo a a consultar en el buscador títulos reseñas, no tan actuales, que posiblemente haya hecho y que os ayuden a encontrar buenas lecturas si seguís con la sana costumbre de leer ahora que disponemos de más tiempo o al menos de una mayor flexibilidad horaria para disfrutar de buenas historias.
Si como yo os encontráis en plena vorágine seriéfila, confío que encontréis interesantes mis propuestas audiovisuales.
Y para los que desconocíais mi faceta como autora, agradecería que me diéseis vuestra valoración sobre lo que cuento. Si os gusta, qué creéis que podría mejorar narrativamente, etc.
Aunque desde luego lo que me encantaría es que me ofreciéseis sugerencias de contenido. Esas siempre son bienvenidas y facilitan mantener este espacio vivo dotándolo de sentido y utilidad.
Gracias por estos quince años, por seguir acompañándome, por querer conocerme si eres recién llegado.
Saber que estás al otro lado, me anima a continuar.

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