Tierra
Hace años que sigo la carrera de Eloy Moreno así como sus redes sociales, concretamente su instagram, plagado de bellísimas frases extraídas de sus libros, pero aún no me había decidido a leer un trabajo suyo.
Tenía un prejuicio tonto. No quería encontrarme un "Defreds", con todos mis respetos hacia él y su público, pero los libros de "autores de redes sociales" no me motivan en absoluto. Es algo personal pues me identifico más con los autores de "la vieja escuela".
Esto puede resultar contraproducente pues yo misma escribo en redes, en este blog concretamente, pero jamás no haría un libro con mis publicaciones. No sé si entendéis lo que quiero decir.
Amo el proceso creativo, el trabajo de fondo que hay en una novela: la búsqueda de información, documentación, el trabajo de personajes...
Cualquiera, en un momento determinado, podemos tener un día inspirado en el que escribimos algo brillante incluso a nuestros propios ojos. Pero desarrollar esa capacidad, eso es otra cosa.
Así que cuando salió "Tierra" y leí su argumento, después de la extraordinaria acogida de "Invisible" que tengo pendiente de leer y tras ver que no una, ni dos, sino tres personas con un gran criterio literario, con las que comparto opiniones en un club de lectura, me hablaron bien de él y de lo que les gustaba el autor, me lancé de cabeza. Gracias Sandra Zamora, Elena Iracheta y Vicky Gil porque no he podido disfrutar más de la experiencia.
"Tierra" es una historia que nos habla de dos hermanos Nel y Alan que siendo aún niños acuden junto a su padre a una cabaña perdida de un bosque a realizar un juego. El premio es que aquello que más deseen se hará realidad al finalizar el juego prometiendo antes de comenzar no decir jamás qué es lo que piden. Esa es la única condición para jugar.Su deseo sólo se lo pueden decir a su padre, quien se encargará de hacerlo realidad. Sea lo que sea. Y si hay algo que tiene su padre es palabra.
Pero un pequeño incidente interrumpirá el juego rompiendo al mismo tiempo a la familia que inevitablemente se distanciará hasta convertirse en desconocidos.
Ya adultos, tras la muerte del padre que se ha convertido en el hombre más rico del mundo, ambos hermanos tantos años distanciados se verán condicionados a cumplir la última voluntad de su padre: finalizar el juego que iniciaron aquella aciaga noche.
Y quizá cuando lleguen al final, no sepan qué hacer con lo que encuentran.
Con esta, en apariencia, inocente premisa, el autor construye un relato distópico ágil, que va fluyendo atrapándonos casi sin querer durante la búsqueda.
Su esquema narrativo sencillo y concreto,muy emocional, tiene momentos en los que podemos identificarnos con los sentimientos expresados porque muy bien podrían describir lo que hemos sentido durante el período de confinamiento de esta pandemia que estamos viviendo. Ahí hay que reconocerle a Eloy que ha sido visionario, anticipándose a algo que jamás hubiéramos imaginado (salvando las distancias argumentales).
Una completa crítica a la sociedad actual que sin embargo mantiene una puerta abierta a la esperanza.
Calificación: Sobresaliente
A veces no es necesario realizar enrevesados discursos para hacer una crítica ni usar palabras gruesas para despertar las conciencias.
Lo mejor: su empatía; su contundencia desde la contención; su final.
Lo peor: Haber tardado tanto en acercarme a su talento.
Comentarios