CARTA PÚBLICA (I): ¿Quedamos para comer?

Con este post, inauguro una serie de cartas públicas, sin destinatario concreto, vamos lo que de siempre a venido a ser el famoso "A quién corresponda" , que serán mi particular columna de opinión dentro del blog.
En las mismas, haré referencia sobre aquellos hechos o noticias que revistan cierta actualidad, bajo mi particular prisma. Espero que las acojais por lo que son, meras opiniones, que no necesariamente tienen que ser compartidas, ni tomadas como ataques contra nadie. Todas son absolutamente ficticias, y un vehículo apropiado en el que mostrar mis impresiones sobre el mundo que me rodea.
Espero que las disfrutéis.

Querida amiga:
Ahora sí que no tendremos excusa para quedar a comer tras nuestra jornada laboral del Viernes, siempre que nuestras obligaciones familiares lo permitan, pues tengo que informarte de una buena noticia, aunque estoy segura, de que tú, que siempre acudes a trabajar con la prensa bajo el brazo, ya la habrás recibido con entera satisfacción: ya podremos fumar de nuevo en los VIPS (por ende, en cualquiera de los restaurantes que componen su cadena). Y es que a esas horas que salimos tú y yo de nuestros trabajos los Viernes, que tanto invitan a aprovechar la tarde poniéndonos al día con nuestras vidas, demoradas por ese metro saboteado que nos impide encontrarnos en nuestro punto de reunión antes de las 15,30 de la tarde, más esos buses de aproximación a una zona donde nos den de comer más allá de las 16,00 horas que cierran las cocinas de los restaurantes tradicionales, lo pedían a gritos.
Y todo porque nos prohibieron fumar. Que es malo malísimo, pero nos gusta, y hasta que no lo retiren del mercado como producto nocivo para la salud que afirman es, nos tomamos la libertad de consumirlo como otros la hacen para cosas que sí que están prohibidas, pero que nadie dice nada.
Eso sí, prométeme que no me tacharás de paleta por no ver el arte en las fotos de ese innombrable que insulta a los que profesamos la religión católica, y encima con el dinero ajeno, porque te diré que por mucho menos, los musulmanes te montan una pirotécnia que riéte tú de las fallas de Valencia. Porque lo cierto es que, hasta estas alturas de la película, nadie se va a escandalizar por unos desnudos, ni tan siquiera por libros que nos desvelen que Jesús y María Magdalena fueron marido y mujer y tuvieron hijos, hasta eso yo misma siempre lo he creído, pero otra cosa es reirse de las imágenes sagradas, creando situaciones propias de una mente calenturienta con símbolos sagrados, recurriendo incluso a la escatología. Vamos, que a este lo soltaba yo delante de los costaleros de Sevilla y se le quitaban las tonterías de golpes. ¿Recuerdas cuando no nos dejaron entrar en la capilla de Ntra. Sra. del Rocío porque nuestros costillos íban en bermudas?. Pues imagínate con este prenda.
Pero claro, ¿qué podemos esperar viviendo en el único país del mundo donde lo más pecaminoso es portar tu bandera y corear el himno? Claro que eso sí, debemos ser solemnemente respetuosos con las tradiciones foráneas, aunque sean una flagrante denigración de la mujer eso sí, usando toda nuestra contundencia salvaguardando las formas, sobre todo a tenor del escaso rendimiento de la ley de apoyo y protección a las maltratadas, prohibiendo publicidad violenta. Que por ejemplo es una publicidad insultante, no esta, sino toda la última campaña de esta firma, pero no menos que las dichosas fotitos de las que te hablaba antes.
Y dejo de contarte porque sino no podremos justificar esas dos horas frente a la mesa del VIPS los Viernes mientras devoramos un cigarrillo tras otro, para cabreo de los camarenos, más pendientes de sentar a todo el mundo que de darnos de comer a los que ya estamos sentados, pero eso ya te lo diré en otra carta. Aunque después, realmente, de lo que terminemos hablando es de las cosas que realmente nos importan, esas que nos hacen pupa a diario, tan anónimas como comunes al resto de los mortales, para las que seguiremos buscándonos la vida por resolverlas y que nunca jamás se hablan en las noticias.
Y es que ya lo cantaba Sabina en su maravillosa "Eclipse de mar":

"Hoy mi amor igual que ayer, como siempre... El diario no hablaba de tí,el diario no hablaba de tí, el diario no hablaba de ti... ni de mí"

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