Hablarle a una pared
Seguro que no os resulta desconocida esa sensación de hablar y comprobar que nadie os escucha: en el trabajo, cuando te encuentras casualmente a un conocido en la calle, cuando regañas a tus hijos.... Lo realmente triste es cuando sientes eso con una persona que sientes cercana, afín a ti: un amigo, tu pareja, un familiar... En concreto, esto me sucede últimamente con una "amiga". Y es que descubrir que esta palabra le queda grande a una persona no es tan doloroso como reconocer que, efectivamente, es así. Entendiendo como amigo/a la persona con la que compartes situaciones, conversaciones, momentos personales que no cuentas a otros. Hace tiempo que soy consciente que los amigos de verdad que tengo, buenos, auténticos, los puedo contar con los dedos de una mano y me sobran dedos. El problema comienza cuando, en tu afán de ampliar tu círculo social, de creer que hay más gente buena ahí fuera, llegas a la conclusión de que el esfuerzo empleado en ello no es proporcion...