Hablando en serie: GOMORRA (Temporada 1)

Si bien la tenía pendiente de visionado, digamos que para bajar un poco la adrenalina de mis últimas lecturas (todas dentro del genéro negro) y series (mayoritariamente policiacas o sobre la mafia), había buscado refugio seriéfilo en algo más "tranquilo" para mis maratones de los fines de semana con la laureada "Mad Men" de la que seguramente tod@s habéis leído incluso visto mucho por lo que tampoco voy a extenderme más.

Pero HBO tenía otros planes para mí y cuando me senté frente al televisor el sábado por la noche para ver el último episodio de la segunda temporada casi monto en cólera. ¡La serie ya no estaba disponible! Lógicamente al no ser una producción propia tienen una licencia de distribución que expira al "x" tiempo. Pero, maldita sea, si Mediaset, un cadena en abierto y generalista informa de la fecha de disponibilidad de sus contenidos, que menos que una plataforma de pago hiciera algo así.

Vamos que me pilló en blanco a la hora de buscar alternativa. No porque no haya dentro de su extenso catálogo pero o las he visto en su mayoría o las que me interesan no disponen de las temporadas completas, (ni dobladas, un gran inconveniente cuando la maratoneas en compañía), porque son de estreno reciente. E irme a dormir a las diez un sábado, o tragarme la emisión televisiva de  turno con un bombardeo publicitario incesante, desbordaba mi limitada paciencia.

De ahí que me fui a la selección de series que me sugerían para maratonear y fui a caer con esta. Parece que la acción no quiere alejarse de mi lado aunque sea en la ficción.

Y... ¡brutal!. No podía dejar de devorar un capítulo tras otro sin despegarme del sillón.

¡Es la p**a ho**ia!

Hasta la fecha, la mejor serie de acción policial, narcotráfico, corrupción que he visto en mi vida es la extraordinaria "The Wire" del director David Simon.

Pues "Gomorra" es, sin lugar a dudas, su equivalente europeo. Y eso, creedme, son palabras mayores.

Tanto por historia, como por dirección, como por guión e, indiscutiblemente, por sus magistrales interpretaciones.

Basada en el libro homónimo de Roberto Saviano, "Gomorra" nos traslada al hábitat de la "camorra" italiana, concretamente al norte de Nápoles. Lejos de ese halo de "glamour" que se le presupone a la mafia por los estereotipos cinematográficos, aquí descendemos a la profundidad de los bajos fondos, en barriadas deprimidas plagadas de viviendas sociales habitadas por todo tipo de indeseables. Los jefes se reunen con "sus clanes" en descampados y visten  chándal o vaqueros. No conducen deportivos y sus viviendas son un culto al horterismo de extraradio más recalcitrante, altares del mal gusto llenos de exceso barroco por más que naden en la abundancia del dinero negro.Eso sí, plagado de imagineria religiosa que resulta obscena frente al culto al dinero y la violencia de quienes las veneran.

Centrada principalmente en el clan de los "Savastano" conocemos a su jefe, el respetado Pietro Savastano, casado con una mujer de armas tomar como es Inma Savastano, entregada en cuerpo y alma al bienestar de su único hijo, Gennaro que a todas luces es demasiado joven, inmaduro y "blando" como para afrontar el relevo generacional de "el negocio".

El mayor apoyo del heredero es Ciro di Marzo "El Inmortal", lugarteniente de Pietro. Ciro es un huérfano criado en las calles que posee  un carácter frío y calculador..

Pronto la lucha por el control del narcotráfico de la zona con el "clan" rival de Salvatore Conte se verá recrudecida con consecuencias para ambas partes.

Con buen ritmo e intenisdad, la serie destaca por su retrato fidedigno de la realidad de esta lacra social que extiende sus tentáculos e influencia tanto en la sociedad como en los estamentos públicos, políticos y policiales que se suponen velan por el bienestar de todos.

Guiones trabajados, fotografía que resalta la frialdad de la violencia y el abandono de las clases desfavorecidas socialmente.

Los actores resultan brillantes y convincentes en sus papeles consiguiendo mantenernos pegados a la historia hasta sentirla en nuestras propias carnes.

Y esto es solo en la primera temporada.

La serie completa consta de 4 temporadas de 13 episodios cada una con una duración que, sin llegar a los 50 minutos y con una trama que vertebra el conjunto, funcionan perfectamente como cortometrajes en sí mismos de lo bien estructurados que están.

Una serie para ver sí o sí.