Todo lo peor
Tras un pequeño parón coincidiendo con las fiestas navideñas, estreno el año bloguero hablando del que ha sido mi último libro del año: "Todo lo peor" de César Pérez Gellida.
De la mano de los personajes protagonistas de "Todo lo mejor", nos embarcamos, meses después de lo sucedido en el anterior libro, en la búsqueda de un sádico asesino que dice actuar guiado por la mano de Dios y cuyas víctimas comparten un "único pecado": ser homosexuales.
Cuando una de las víctimas resulta estar vinculada con las altas esferas del KGB, Viktor Lavrov será requerido en calidad de psicólogo criminalista para ayudar a su localización algo que arrastrará en esta carrera a contra reloj a su pareja, Erika Eisemberg así como a los hermanos Otto y Birgit Bauer de la Kriminalpolicie.
Era para mí sin duda el libro más esperado del año tras la excelente precuela que, no sin razón, cosechó un gran éxito tanto a nivel de crítica como de lectores. Fué de lo mejorcito que leí en 2018.
Quizá por ello me resulte más amargo decir que, sin ser un mal libro, en mi opinión, es quizá el trabajo más flojo de César. El libro que tiene todo buen autor después de hilar éxitos y que pincha, costándonos digerir que sea así.
En esta historia yo veo dos libros distintos.Y lo peor es que no terminan de encajar bien entre ellos para armonizar el conjunto de la historia. Hay muchas piezas que entran forzadas.
EL PRIMER LIBRO
Comienza con la suficiente intriga para que quieras saber que ha pasado hasta ese momento.
Luego, como hiciera con la extraordinaria saga que le consagró , dedica un espeluznante capítulo a presentarnos al asesino de la historia con un exceso de detalle innecesariamente morboso en la ejecución del crimen. Y esto lo dice una gellidista que gozó a la par que sufrió con Augusto Ledesma. Pero lo que en Augusto llevaba aparejada una compleja inmersión en la mente criminal dotando de fuerza la historia, tejiendo una intrincada red entre los distintos escenarios y personajes para converger en un final apoteósico, aquí se siente como un subrayado que pone hasta mal cuerpo.
Desde este punto hasta algo más de la mitad existe un libro que es metódico, sin complicaciones, que documenta históricamente el escenario sin que ello aporte revelaciones de interés para el desarrollo de la historia. Un procedimental al uso con una resolución convencional.
Hay un espacio de tiempo amplio desde lo contado en "Todo lo mejor" hasta aquí y no llegamos a saber realmente cómo Viktor Lavrov/ Armando Lopategui deja de ser principalmente "espía" para convertirse en "psicólogo criminal". Podemos intuirlo pero no tenemos los datos. Hubiera agradecido más información. Más sobre la relación con Erika para que terminen ambos en sus situaciones actuales. Ella le llama Armando pero no sabemos como ha llegado a saber su identidad real.
Cuidar más a esos hermanos Bauer que tan buenos momentos nos dieron en la entrega anterior y
que aquí quedan muy, muy diluidos.
EL SEGUNDO LIBRO
De algo más de la mitad hasta el final, (sin el epílogo), recuperamos al César de siempre, es un libro diferente, dinámico, ágil, con acción, con esos giros algo tramposillos pero efectivos de la trama.
Y de repente, cuando mejor lo estás pasando llega un final que es como un "coitus interruptus" que te saca por completo de la historia dejándote cara de "¿por qué?".
Calificación: Bien.
Me queda la sensación de que César les ha cogido tirria a estos personajes y ha decidido cortar el cordón umbilical que le unía a ellos. Sus razones tendrá como padre de las criaturas pero se merecían algo mejor.
O quizá yo lo he leído en un momento poco/nada oportuno.
Lo mejor: La segunda mitad del libro
Lo peor: Sasha no llega a la grandeza de Augusto Ledesma y da muchísimo más asco; En serio... ¿era necesario lo de la cáscara de plátano?
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