Vulnerable

El viento soplaba con fuerza agitando furiosamente los árboles ululando con un ruido siniestro
Aún reinaba la oscuridad pese a los ligeros brotes anaranjados en el horizonte que marcaban el inicio del día pero aquello, lejos de tranquilizarla, aumento su angustia.
Ron, ajeno a sus miedos internos, paseaba ligeramente adelantado olisqueando ahora un matojo, ahora unas flores con paso alegre. Esa actitud relajada y confiada era la única garantía real de que los temores que sentía sólo eran sensaciones suyas alejadas de la cotidiana realidad.
Emprendió el camino de regreso pero evitó pasar por el interior del parque. Se le antojo amenazante pese a que había transitado en numerosas ocasiones con mucha menos luz por él. Pero hoy no quiso hacerlo.
Prefirió la acera iluminada pese a que los árboles que colindaban la zona eran más altos y se movían amenazantes sobre su cabeza. Desterró enseguida de su mente la posibilidad de una rama cayendo sobre ella o sobre Ron.
La calle estaba desierta, algo normal por otra parte a  aquellas horas, pero le resultó extraño no encontrar a la pareja que solía correr a diario la zona con independencia del frío o la lluvia.
Tampoco se cruzó con la mujer de la calle lateral que salía para tomar el primer autobús de la mañana depositando antes la basura en los contenedores.
Sintió que se le encogía el estómago y una sensación de vértigo le recorrió el cuerpo obligándola a precipitar sus pasos mientras exigía urgencia a Ron con ligeros tirones de la correa para que dejase de detenerse a cada momento.
Quería llegar a casa. Quería doblar la esquina y encontrar la familiar entrada y dejar al cerrar la puerta todos sus miedos fuera.
Un amago de llanto pugnaba por salir de sus ojos sin control alguno y se regañó así misma por sentirse tan vulnerable.
El día comenzaba de la peor de las maneras posibles.
Una vez más, sentía que las fuerzas la abandonaban y quiso entregarse al abandono, a la autocompasión, a quedarse ese día en casa.
La cabeza comenzaba a dolerle terriblemente y el maldito nudo en la garganta hacía que sus intentos por controlar su respiración la volvieran más entrecortada hasta casi la hiperventilación.
Cuando por fin introdujo la llave en el bombín para franquear la entrada, exhaló un hondo suspiro.
Liberó a Ron de la correa y le dejó correr escaleras arriba mientras cerraba tras ella la puerta con su espalda buscando un soporte momentáneo hasta conectar con la realidad.
La luz de la cocina, que siempre dejaba encendida cuando salía a pasear a Ron por la mañana, le devolvió la calma.
Como si de un ritual se tratara, extrajo de la mochila que portaba lo que siempre la acompañaba cuando salía de casa. Lentamente.Sin prisas. En el mismo orden en que los había introducido antes de salir.
Sólo entonces, ya reconciliada consigo misma por volver a recuperar el control, se arrancaba el fatalismo para acometer un nuevo día.
Puede que no fuera uno de los mejores días pero estaba casi convencida de que tampoco sería de los más terribles.
Cuando todo salía perfecto, cuando se sentía relajada, todo terminaba de la peor de las maneras posibles. Era como si la vida le escupiese en la cara lo vulnerable que en realidad era. Que ella no controlaba nada.
Por eso, sentir esos miedos durante el paseo se convertían, cada vez con más frecuencia, en lecciones duras que la entrenaban, que la fortalecían aunque con ello se arañase un poco más el alma, ayudándola a mantenerse alerta, a no bajar la guardia.
Cuando se despidió de Ron para salir a trabajar su rostro no tenía la expresión crispada. Incluso se permitió sonreir. 

- Cuída de la casa, pequeño. Enseguida estaré aquí de nuevo.

Y al cerrar para salir vio en Ron la tristeza de la breve pero necesaria separación. Que pese a su enorme tamaño y su boca dentada ahora, tendido  tras la puerta que ella cerraba para aguardar su regreso, era tan vulnerable como lo fue ella en el paseo de la mañana. Y resolvió que cuanto antes afrontara el día que tenía por delante, más rápido pasaría todo y mayores las ganas de regresar para hacerse de nuevo fuerte junto a él.

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