Pereza
i hay uno de los siete pecados capitales que me define, definitivamente es este. Me cuesta mucho ponerme a hacer algo, eso sí, cuando lo empiezo lo termino, que el orgullo es otra de mis características.
Este estado se maniefiesta plenamente llegada esta época: cansancio generalizado, desgana y poca motivación. Para combatirlo, necesito un enorme esfuerzo de voluntad. Sin embargo existe otro tipo de pereza que nace del deseo de no sufrir. La que resulta de las malas experiencias. Cuando uno se entrega por completo y comprueba que no es recíproco, cuando te decepcionan... volver a recuperar las ganas cuesta y esa es la pereza a la que en este caso me refiero.
Hubo un tiempo en que me encantaba conocer gente, salir, divertirme y confiar en otras personas. Compartir en definitiva. Mi casa se convertía en punto de reunión, mi nombre se incluía en todas y cada una de las cosas interesantes que sucedían. Ahora... no. Y lo peor, o no, es que no me importa. No me interesa en absoluto.
Prefiero que sean otros los epicentros y disfrutarlos desde la distancia y acercarme tímidamente, observar, sin decidirme a participar o, en caso de hacerlo, retirarme antes de contraer ningún tipo de dependencia emocional. Pereza. Un pecado que cada día se me hace más difícil enmendar.
Escuchando MELENDI "Con la luna llena"
Comentarios
Muaaaaaaaa
Pd. Guapísima, para comersela
;P
Un fuerte abrazo.
RO:Está fase ya me está durando mucho... demasiado. Y lo peor es que no me apetece nada cambiarla.
Un beso.
PIJOMAD: Has dado en el pleno. Parece que somos almas gemelas ;p.
Un abrazo enorme.