Estética veraniega

Y llega esa época del año, tan adorada por mi costillo y todos sus congéneres: el verano, cuando las mujeres despojamos nuestros cuerpos de todas las capas textiles sobrantes cual cebollas.
Y comienza con ello el desfile de "atentados contra el buen gusto" característico a toda tendencia generalizada.
Porque hay cosas que una, por más que lo intenta no entiende. Por ejemplo, una de las tendencias estilísticas del verano viene por llevar el escote tipo "palabra de honor" (que si alguien sabe el origen de tal designación, me lo explique porque honorable, lo que se dice honorable a tenor de la descarada exhibición pectoral de la que lo lleva, no tiene nada, pero en fin). Este estilo, destaca por la ausencia de tirantes, dejando hombros al descubierto y buena parte de la espalda. Ideal para ligar bronceado y disimular redondeces. Entonces... ¿por qué chica que veo con él deja ver los tirantes del sujetador? Osea, se ponen el sujetador, con sus tiritas al aire para... ¿ponerse este escote? ¿Miedo a la inercia de la gravedad? ¿A un indiscreto bulto a consecuencia de los cambios de temperatura?. Chicas, para eso, están las camisetitas de tirantes de toda la vida de Dios, tan ideales ellas. Sujetador oculto y pechuga en su sitio asegurada. Si es que esta juventud, no me sabe.
También podemos escoger el "escote halter", una mezcla del anterior pero para realzar el busto, los extremos superiores se atan tras el cuello. ¡Monísimo y favorecedor! siempre y cuando... no venga alguna lerda y se ponga el sempiterno y demodé sujetador (de nuevo) pero de tiras siliconadas también denominado "invisible" (pero, ¿invisible para quién?) y que es lo más guarro que se ha inventado en lencería. Perfecto en su primer uso y a merced de los sucesivos lavados de la prenda, se torna en un tono amarronado repelente al ojo que canta más que un indiscreto interior rojo chillón. Chicas, este escote sólo funciona "a pelo" es decir sin sujetador si de verdad quereis resultar sexies y si os da apuro, existen sujetadores de "nueva generación" realmente invisibles (más caros también, pero merece la pena la inversión). Sujetan y realzan el pecho y sin indiscretos tirantes.
Y sino, siempre se puede recurrir a la camisetita ceñida de manga corta en mil y un colores y lemas pero... abstenerse si existe zona de flotación o molleja impertinente y delatora localizada bajo las axilas.
Que es preferible el vestido ligerito y cubriente de toda la vida, e igualmente seductor, que ya lo decían nuestras abuelas: mejor insinuar que enseñar. De este modo, una es más sexy si se siente segura con lo que lleva (y lo lleva bien). Que no hay peor golpe para la autoestima femenina que las risas a costa de la ropa que se lleva. Y el bajón... puede tener consecuencias terribles e indeseables.
Pero, como no sólo de trapitos vive la mujer, echemos un vistacito al suelo y centrémonos en el calzado. Porque todo estilismo veraniego tiene su culmen en ese complemento que nos ayuda a llevar buen paso y puede convertise en nuestro mejor aliado, si escogemos bien, o en nuestro peor enemigo, si pretendemos lo imposible.
Lo mejor, las chanclas de toda la vida, renovadas incluso renombradas para hacerlas más "chic", en multitud de materiales y diseños: exclavas, romanas... con vaqueros, con pantalores piratas, con bermudas con algún vestido pero estéticamente desaconsejadas con minifaldas.
Este año volvemos a recuperar la plataforma pero con forma de escarpín. También multitud de materiales, diseños, formas y alturas. No aptas para patos mareados, y/o gente poco acostumbrada a los tacones. Son un auténtico ejercicio de equilibrio. Y lo más importante: para llevarlas pocas horas que pies y espalda se resienten. Perfectas con minifalda, shorts y vestidos. Totalmente desaconsejadas para vaqueros (y más si son pitillos). Quedan de lo más chabacano.
Luego tenemos los zuecos o estiletos, puntera cubierta y talón al aire en sus diferentes alturas ideal para las que no tenemos los pies bonitos. Porque no hay nada peor que unos pies desarreglados descubiertos. ¡Prohibido!. Van con todo.
Y mis preferidas, las sandalias, que van igualmente con todo y las alpargatas de esparto o cáñamo. Cómodas y lo más de lo más para ir cómoda y chic.
Y en verano, fuera taconazos... especialmente para ir a la playa. Resulta de lo más hortera.
Y lo más importante: no seguir los dictados de la moda, máxime si nuestro cuerpo no está por la labor. No hay nada más triste que el querer y no poder.
P.D. Algo sobre lo que reflexionar.

Escuchando IGUANA TANGO "Un día de tu vida"

Comentarios

Ro ha dicho que…
Mi querida Mardolo, yo no lo habría expresado mejor. De todo, q digo a todo que sí, aunque no sea mi costumbre hacerlo (pero chica cuando se tiene razón se tiene) yo hago incapié especialmente en el tema sujetadores q hay de cada garrulaza por ahí.... nenas eso se convierte en un antídoto contra la lujuria.
Pd. Brillante el tema de consciencia de uno mismo "el quiero pero no puedo es lo peor"
Bss
Mari Carmen ha dicho que…
A mi me parece tb horroroso q se vea el sujetador sea con la prenda q sea... YO tengo mucho pecho, pero cuando opto por llevar un palabra de honor, nunca llevo suje con tirantes... Pa eso, ya están inventados los sujetadores sin tirantes!
Besotes
p.d.: muy instructivo el post, sobre todo lo de los zapatos, q pa eso no suelo tener mucha vista.
Anónimo ha dicho que…
RO: Es que las hay que por el hecho de llevar una marca "X" creen que todo está permitido. ¿Cuándo se querrán enterar que el hábito no hace al monje?.
Un beso guapa.
PENURIAS: Hombre, indiscutible el tema de la percha, pero como yo he sido siempre "patito feo" como que animo a tener buen gusto. Para compensar...
Un beso.
AFRODITA: Si es que ya que hay que lucir, hacerlo bien, por lo menos.
El tema zapatos me encanta aunque tampoco soy una especialista. Y se me han quedado un montón en el tintero...
Un besote.