Derecho de veteranía

El otro día hablando por teléfono con mi madrina para felicitarla por su cumpleaños, mientras me contaba las características de los regalos recibidos no pude por lo menos que exclamar: "¡Qué nivel!. Así da gusto cumplir años" a lo que ella me respondió: "Y cuanto más vieja son de mejor calidad" y yo le repliqué: "Es cierto, el nivel adquisitivo es mayor aunque no me veo yo luciendo nada de oro" y ella de forma irónica me dijo "Ya te gustará, ya".
Pensando sobre ello, a menudo una se pierde en sus pensamientos buceando en su existencia, me trasladé con la mente a mis tiempos de juventud, (uf, que vieja me siento al decir eso), cuando una tenía escasitas cosas de "marca" gracias a "los papis" y las herencias varias de primas y amigas, (sí, en mi grupo eramos muy dadas a toma, esto que te gusta como yo no me lo pongo para tí y me das tu eso o nos prestábamos la ropa con lo cual, nuestro armario ropero se ampliaba enormemente) y mis cosméticos más caros eran los de Margaret Astor y mis medias y ropa interior las compraba en establecimientos tales como el desaparecido SEPU o Cadena Q donde una adquiría aquellos sujetadores que tanto se llevaban en los 80 con la florecita entre las copas en todos los colores imaginables. Recuerdo que con el primer sueldo que cobré me fui toda ilusionada al también desaparecido DISCOPLAY para comprarme el disco de "The Silencers" (El que contenía la canción de "Buleproff heart").
Según fueron pasando los años y a medida que escalaba ofertas laborales con sus correspondientes subidas salariales, comencé a interesarme por la bisutería buena y la plata (que prefiero sobre el oro porque te la puedes poner para ir formal o para vestir casual) y la ropa de tiendas tipo Zara, Mango, Amichi y el socorrido Corte Inglés combinadas con la boutiques de barrio donde solía comprarme los trajes de falda-chaqueta, pantalón-chaqueta y ropa de fiesta aunque elcalzado seguía siendo de Los Guerrilleros (que vale, que unos buenos zapatos duran y para los pies son lo mejor, pero es que soy un auténtico desastre y los destrozo todos y me gusta coordinarlos con los bolsos que tengo, que estos sí los suelo comprar buenos amén de los que regalan en las revistas femeninas mensuales, y claro, pues con el precio de unos de Sacha London pues me compro tres diferentes: cutre pero práctico).
Claro que una es un tanto caprichosa y, aunque lo daría todo por ir como un pincel (o como las niñas pijas del Barrio de Salamanca), pues como que al comprarme el piso con veintiun añitos pues que tuve que bajarme los humos un poco y consolarme con comprar trapitos en rebajas y similares en favor de hipoteca y mobiliario. Por eso, cuando una quedaba con la gente para ir de copas pues se sentía un poco "deslucida" frente al poderío del grupo pero claro, el resto seguía viviendo en casa de papá y mamá y estudiaba en la universidad o se preparaba oposiciones durante años y años y se iba de viaje por Europa mientras una, como muy lejos, se íba a Palma de Mallorca a visitar las fábricas de Majorica.
Y cuando ya por fín lo tiene una todo amueblado y consigue que la hipoteca alcance una cifra mensual razonable, llegan los niños y olvidate de todo. Es más, cuando sales sólo tienes ojos para la ropa, calzado, accesorios y juguetes infantiles. Lo demás se vuelve invisible pero entonces es cuando la alerta roja se instaura en tucabeza al ver la legión de carne fresca que existe en el mercado mientras que tú te has convertido en congelado y leches, hay que competir. Y en eso, si que le ganamos la mano a las "jovencitas":
1. Nosotras podemos ir a la peluquería cómo y cuando nos viene en gana.
2. Hemos perdido toda la vergüenza al que dirán y arriesgamos en el terreno sexual (mientras que las jovencitas ofrecen frecuencia y kikis de duración conejil, nosotras explotamos el conocimiento de nuestro cuerpo y logramos satisfacer a un hombre plenamente. La experiencia es un grado.)
3. Tenemos un mayor nivel adquisitivo (conseguido a base de llevar años y años en el mercado laboral) por lo que no olemos a chicle o caramelo sino a Chanel o Dior y mientras ellas muestran el hilillo de un tanguilla de mercadillo, nosotras llevamos conjuntos y tejidos para satisfacer la imaginación masculina.
4. Tenemos mejor gusto vistiendo.
5. Podemos darnos el gusto de correr con los gastos.
6. Nos permitimos hacer buenos regalos a nuestros chicos (que aunque lo nieguen, a ellos también les encantan los detalles).
7. Podemos improvisar una comida romántica sin dejarnos un pastón.
Así que puede que si, que le tenga que dar la razón a mi madrina y que cuando tenga unos años más prefiera llevar oro a plata.
Será una forma de destacar sobre tanta imitación como hay por el mundo.
Y es que una VISA CASH, la tiene cualquiera pero la VISA GOLD, no.
P.D.: ¿A qué insensato productor musical se la ha ocurrido hacer un dueto de la maravillosa canción "Déjame verte" de DIEGO MARTÍN con la insulsa Raquel de "EL SUEÑO DE MORFEO". ¡Qué forma de destrozar una maravilla de canción!. Si querían hacerla dueto, a este chico le hubiese venido MALÚ como anillo al dedo como ya hiciera anteriormente con OROZCO. Lo que hay que oír por Dios. Nos quieren meter a esta niñata que no tiene voz por las orejas. ¿Tendrá algo que ver que salga con ALONSO?. Y lo peor los grititos de ella hacia el final de la canción... ¡Diooooooooos!


Escuchando LUCIE SILVAS "Breathing"

Comentarios

Mari Carmen ha dicho que…
Con la edad todos cambiamos, y lo q nos gustaba antes, ya nos deja de gustar, y viceversa... Y así con todo...
Besotes
P.D.: Por cierto, como sigue tu nene y tu bulto????
Anónimo ha dicho que…
AFRODITA: La verdad que sin apenas darte cuenta, todo cambia. Creo que en eso consiste el aprender a madurar.
Un beso cielo.
CIUDADAN: Estoy de acuerdo en que estamos en una edad espléndida (aunque a veces me gustaría ser más joven pero con la misma experiencia, jejeje). Ya te digo que si cambian. Siempre he odiado los telediarios. Los consideraba largos y aburridos y ahí me tienes todos los días viendo sin falta el de las noches. También he sido siempre muy apolítica y ahora, sin embargo, sin que sea radicalmente favorable a ninguna corriente si me defino más hacia un determinado grupo político. Y es que sólo con el paso de los años uno es consciente de lo que ha vivido.
Un placer contar con tus comentarios una vez más.
Un abrazo.
CRIS: Gracias por devolver el comentario y bienvenida a La Buhardilla. Por supuesto que comparto que el gusto por cosas diferentes no implica que siempre sean más caras pero sí es cierto que somos más conscientes de la diferencia que existe entre unas y otras y que nos volvemos más exigentes en los resultados.
Cuando salía a comer hace años, lo importante era eso, salir. No importaba pasarse las horas muertas en un antro de mala muerte o incluso en un banco de la calle comiendo pipas como una descosida y ahora ya prefiero ir a comer a un sitio donde el servicio sea esmerado y la comida tenga buena presencia.
Y desde luego, no es que tengamos muchos más que ofrecer, es que ofrecemos lo mejor.
Un beso guapa.
Anónimo ha dicho que…
Hola amiga,mi padre decia lo mismo que vos,me gustaria ser mas joven pero con la experiencia que tengo ahora,de el aprendi mucho y lo que le pones a Cris es lo mismo que pienso yo,con el tiempo nos ponemos mas exigentes,sera por tener mas experiencia,un abrazo....
Anónimo ha dicho que…
Por supuesto que los gustos van cambiando con la edad y además es lógico y muchas de las razones las indicas en el post.
Pero lo más importante es ir aceptando los cambios según se va pasando de una edad a otra, es la mejor manera de ser feliz.
Que pases un buen fin de semana
Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
PATRICIA/RICARDO: ¡Qué sabios son los padres!. Gracias de todo corazón a vosotros por estar puntualmente aquí.
Un beso a ambos.
LEO: Totalmente de acuerdo. No hay nada como rebelarse ante el inexorable paso del tiempo.
Un beso guapa.