Luna Nueva
Recuperamos aquí a los personajes de Bella y Edward, ahora convertidos en pareja, sorteando los peligros que la naturaleza vampírica de él puedan provocarle a ella, que cada vez más, anhela transformarse para entregarse sin limites a su amor. Tal es la solidez de la relación que la hasta ahora esquiva y discreta familia Cullen organiza la fiesta de cumpleaños para Bella, una oportunidad excepcional de conocer mejor a aquellos a quien ella quiere pertenecer para siempre. Sin embargo, un absurdo incidente durante la misma, precipitará los acontecimientos que obligarán a la desaparición de los Cullen de Forks, borrando cualquier resto de su presencia, incluídos los presentes y fotografías que Edward le había dado a Bella. Desconcertada, abandonada y sola, Bella caerá en una profunda depresión y una lucha interna por negar la realidad de lo ocurrido o afrontar la pérdida sintiéndose responsable de la misma para no culpar al ser al que más ama.
Un atormentado relato donde Estephenie Meyer nos introduce con maestría en el estado catatónico de la protagonista, transmitiendo el dolor que siente, su vacío, su falta de ganas para vivir valiéndose de un contundente efecto dramático que corta la respiración del lector hasta que, como toda tormenta, comienzan a abrise las nubes y dejan pasar la luz, que en este caso será el joven Jacob, el indio de la reserva de Forks que en su día abriera los ojos a Bella sobre la condición vampírica de Edward, y que se ha transformado en un joven atractivo y altísimo, a pesar de ser más pequeño que Bella, y con una madurez mayor a la que corresponde a su edad. Se convertirá en ese amigo fiel que la ayudará a renacer y por el que comenzará a sentir algo más que una tierna amistad aunque se lo niegue así misma una y mil veces. Hasta que Edward reaparece ante el inminente peligro que se cierne sobre Bella a modo de venganza por parte de uno de los vampiros que les acosaron al incio de su relación.
Será el momento de enfrentarse a los miedos olvidados, a los recuerdos negados, a los nuevos sentimientos que reclaman su espacio, al perdón, a la incertidumbre y al deseo de continuar manteniendo el firme propósito de seguir hasta el fin, con todas las consecuencias al ser amado.
Un relato ágil, pleno de emociones, triste y doloroso en muchos momentos, mejor trabajado que el anterior aunque sigue careciendo de la acción necesaria para el género gótico al que quiere pertenecer, pero le sobran motivos para satisfacer a todos aquellos cautivados con el primer relato y que desearán con avidez devorar el siguiente relato en busca de la respuesta a las preguntas planteadas.
Calificación: Notable
Absolutamente imprescindible para consolidar las excelentes bases de su antecesora.
Lo mejor: la increíble capacidad de la autora para transmitir sentimientos, especialmente el desasosiego y depresión que invaden a Bella mediante el uso de páginas en blanco donde sólo están escritos los nombres de los meses que inexorablemente pasan sin detener los acontecimientos, como un reloj inexorable que marca nuestro destino.
Lo peor: que mantenga su línea juvenil
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