Sin rumbo a ninguna parte

Tenéis que perdonarme el abandono de estos días (tanto de escritura como de comentarios/lectura). Me encuentro terriblemente agotada, desbordada de trabajo y desmotivada. Nada nuevo en esta época. Lo que los especialistas han dado por denominar como astemia primaveral. Ha habido muchas cosas que podían haber sido un post, pero no estoy por la labor.

He descubierto, no sin tristeza, que muchas de las personas que en su día me impulsaron a empezar en esto han desaparecido, se han borrado del mapa y me entristece enormemente que así haya sido aunque comprendo y respeto su decisión. Espero volver a encontraros en otro puerto, donde los vientos nos sean más propicios a nuestros propósitos. ¡Qué veais cumplidos vuestros sueños!.

He comprobado, sin sorpresa, que en todo este mundo virtual escasamente importa la verdad. Todo vale en la conquista de la notoriedad y que como siempre, los que juegan sucio, llevan las de ganar.

He constatado, aunque lo sabía por otra parte ya, que hay abismos insalvables entre mi vida y otras que he conocido y que no estoy en disposición de regresar a historias pasadas, ya vividas sólo por confraternizar. Ni me siento con fuerzas ni con ganas. Existen momentos en que uno necesita palabras, que se cansa de alentar las carreras de los demás y de que nadie se moleste en averiguar si tu llegaste a la meta al final o te perdiste en el camino o te heriste, sin más. Yo también tengo mis problemas, yo también puedo llorar, yo también necesito un pañuelo, yo también quiero soñar. YO, YO,YO. Y si no miro por mí, nadie lo hará.

No voy a tirar la toalla, de otras peores he salido, pero voy a regodearme en esta tristeza el tiempo necesario para volver a ver la luz del sol aprovechando que ahora los días son más largos.

De momento, voy a perderme en hacer poemas y relatos. Prometo visitaros.

Escuchando EL SUEÑO DE MORFEO "Perdóname"